Eso es lo que pensaba cuando veía una y otra vez mi web.
La observaba y tenía miles de cosas. Creía que cuanto más contenido hubiera, mejor.
Y puede ser que así sea para algunas personas , pero no era lo que YO quería.
Siempre tendemos a mirar las webs de otra gente, de creer que aquello es lo mejor porque todos los tienen, que con mil páginas está mejor porque así nadie se perderá nada…
Pero sé, y sé que tu también lo sabes, que no por tener gran contenido en tu web o blog te haces entender mejor…
Asique me senté y decidí que hasta que estuviera a gusto con mi diseño no escribiría nada. Como dice el refrán «En casa del herrero cuchillo de palo«. Diseño las ideas de otras personas pero quizás la mía no la tenía clara (aún).
Elegí un nombre , algo que me ayudara a contar una historía, mi historia. Supongo que todos tenemos una, pero nunca nos paramos a contarla, a meditarla y mucho menos a compartirla.
Aquí os dejo la mía:
Son pocas frases pero durante días las leía una y otra vez hasta que me convenció. Hasta que ví que cada una de las palabras contaban realmente algo de mi y del por qué hice esta web.
Ahora sólo faltaba el diseño.
Y aquí estoy de nuevo con mi blog, nuestros servicios de diseño web y mis fotografías.
Sólo fue cuestión de tiempo volver a aparecer.
Yo decidí renovarme y cambiar ¿ y tú?
Muy buena pinta todo. Ojalá tengáis mucha suerte en vuestra aventura. 😉
Mil gracias! 🙂